El nuevo camino de la educación ha de enfocarse en crear escuelas positivas y emocionalmente inteligentes. Para ello, la Educación Física juega un papel determinante.
INTRODUCCIÓN
La Neurociencia ha demostrado que las emociones rigen el aprendizaje. Por lo tanto, surge la necesidad de introducir la educación emocional en el contexto escolar. Para ello es esencial la formación del profesorado. Concretamente, el área de Educación Física con el carácter prosocial del juego, es ideal para contribuir a que el alumnado maneje de forma correcta sus emociones. Es fundamental, por esta razón, que los profesionales del sector estén formados en este ámbito.
¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?
Existen diferentes concepciones del término. Una de las más apoyadas es la propuesta por Goleman. Para este autor la inteligencia emocional es entendida como un conjunto de competencias socio-emocionales. Habilidades entre las que se destaca el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a sí mismo (Goleman, 2004). Otra propuesta aceptada por muchos autores enfoca la inteligencia emocional como la capacidad potencial de control emocional para mejorar y guiar el pensamiento (Mayer y Salovey, 1997)
LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA ESCUELA
La Neurociencia ha demostrado que son las emociones las que rigen el proceso de aprendizaje de las personas. Las emociones son las responsables de decidir que se aprende o por el contrario bloquear esta acción. Además, se ha mostrado que las emociones positivas contribuyen a adquirir aprendizajes más significativos. Por lo tanto, un objetivo prioritario en la educación ha de ser que el alumnado sea capaz de lograr un estado emocional adecuado para el desarrollo de su aprendizaje. En este aspecto, el docente ha de incorporar las estrategias necesarias para alcanzar esta meta. Siempre ofreciendo al alumno/a la ayuda necesaria para que sean capaces de identificar y manejar sus emociones.
LA EDUCACIÓN FÍSICA COMO MEDIO PARA EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
En la asignatura de Educación Física, gracias a la interacción social que se da en sus sesiones a través de las situaciones experimentales y lúdicas que plantean los docentes especialistas, el alumnado puede desarrollar múltiples habilidades integradas en el concepto de Inteligencia Emocional. Por ejemplo el autocontrol, la confianza, el autoconcepto, la empatía, la perseverancia, el entusiasmo, la superación del egocentrismo, la motivación, la adquisición de competencias, etc.
En este aspecto, varios estudios han mostrado la relación entre la actividad física y la inteligencia emocional. Se ha visto que las personas que no practican actividad física regularmente parecen tener menos control de sus emociones (Rosa Guillamon A. et al 2019; Herazo-Beltrán Y. et al 2019).
Las habilidades relacionadas con el control emocional no solo afectan a los procesos de aprendizaje de las personas. También, a la salud física y mental, a las relaciones sociales y al rendimiento académico y profesional entre otros. Por lo que los docentes deben mejorar los niveles de inteligencia emocional de forma significativa para garantizar el máximo potencial en su desempeño profesional (Brachett y Caruso, 2007). Y no solo me refiero a la inteligencia emocional del alumnado, sino también de sí mismos. En este sentido, varios estudios han probado que la Inteligencia Emocional juega un papel relevante cuando el oficio implica una demanda emocional intensa como en la docencia (Goleman, 2001). La preparación siempre es fundamental, y en este aspecto tiene un carácter más acentuado conociendo la importancia que desempeñan las emociones en el aprendizaje.
LA EDUCACIÓN FÍSICA ACTUAL SE ALEJA DEL MODELO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL
Un estudio reciente, mostró que el área de Educación Física tenía un alto desarrollo de la inteligencia kinestésica corporal. Y a su vez, un nivel bajo de desarrollo de la inteligencia emocional. (De la Cruz Ordoñez y Cruzada Martínez, 2017). Es cierto que dicho estudio no se realiza en España, pero personalmente creo que se acerca a la realidad actual del área en nuestro país. Por lo general, los especialistas en Educación Física no disponen de una formación específica que contribuya a desarrollar la inteligencia emocional. Es necesario en este sentido un cambio.
ASPECTOS BÁSICOS PARA INTRODUCIR EL MODELO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EF.
No soy un especialista en inteligencia emocional aunque es un tema que me apasiona. Desde el conocimiento básico del que dispongo quiero dejarte algunas pequeñas pinceladas para contribuir al control emocional de tu alumnado desde la asignatura de EF.
Durante las sesiones de Educación Física se conoce que cuando el alumnado trabaja hacia metas dirigidas son más conscientes de las emociones propias. Además, las regulan mejor, y empatizan más a nivel emocional con sus compañeros. Por lo tanto, no se trata de realizar todas las sesiones con el mismo recurso metodológico, pero sí de tenerlo en cuenta a la hora de planificar.
El primer paso para ayudar al alumnado a ser inteligentes emocionalmente es dejar que experimenten sus propias emociones. Y luego, que las sepan identificar como positivas o negativas. En segundo lugar, pasamos al manejo y control de estas emociones. Existe un proyecto, llamado Wonderwall, que puede ayudarnos en este proceso a través de diferentes estrategias y pautas con un alto componente motor. En próximas publicaciones hablaré más concretamente de este proyecto que me ha llamado bastante la atención. Si quieres descubrirlo por ti mismo/a, lo puedes leer aquí: Descarga
CONCLUSIÓN
La escuela está pidiendo a gritos un cambio hacia una educación con base emocional. Los docentes son el motor de este cambio y sin su formación en inteligencia emocional no es posible este giro educativo. La Educación Física por sus características es un área ideal para impulsar hacia esta nueva perspectiva educativa.