La actividad física de alto impacto estimula el desarrollo de la densidad ósea, clave para prevenir la osteoporosis.
INTRODUCCIÓN
La osteoporosis es un problema de salud que cada día afecta a un porcentaje mayor de la población. Se ha encontrado relación entre el pico máximo de densidad ósea alcanzado al finalizar la pubertad y la prevención de esta afección. La actividad física de alto impacto contribuye a aumentar la masa ósea. Por lo que su utilización controlada y medida puede prevenir la aparición de la enfermedad.
OSTEOPOROSIS
En la actualidad, la osteoporosis es un problema de salud pública que afecta a millones de personas. Esta enfermedad se caracteriza por un bajo nivel de masa ósea y por lo tanto la fragilidad de los huesos. Se sabe que una de las claves para prevenir la osteoporosis es alcanzar el mayor pico posible de masa ósea en las etapas de crecimiento. Pero, a pesar de estos conocimientos, la enfermedad sigue en aumento en nuestra sociedad. Algunos autores barajan como causas el sedentarismo y los malos hábitos de vida actuales (Haapasalo H., et al. 2000).
DESARROLLO DE LA MASA ÓSEA
Existen etapas de la vida en donde podemos influir directamente para alcanzar una mayor densidad ósea. Estas etapas coinciden con la niñez y la adolescencia. La mayoría de las personas alcanzan tras la pubertad su pico de masa ósea máxima (Bailey D. A., et al. 1999). Al llegar a los 40 años, lentamente y en función de diferentes factores, comenzamos a perder esta densidad.
Aunque todos perdemos hueso en edades avanzadas, las personas que desarrollaron mayores índices de densidad ósea en su juventud, están más protegidas frente a patologías derivadas de la debilidad esquelética. Las mujeres, principalmente por poseer huesos más pequeños y una corteza más fina en los mismos, son más vulnerables a sufrir la enfermedad de la osteoporosis.
ALTO IMPACTO PARA PROTEGERLES DE LA OSTEOPOROSIS
Diferentes estudios han mostrado que el ejercicio físico produce beneficios sobre la densidad ósea sobre todo en las primeras etapas de la vida (Calafat, C.B., 2007 ). También, se acepta mayoritariamente en la bibliografía científica que el sedentarismo conlleva una disminución de la masa ósea y que la actividad física ayuda a prevenir la osteoporosis. (Escalante M. y Franco-Vicario R., 2003). Además, se afirma que la actividad física de alto impacto tiene un mayor potencial osteogénico, sobre la actividad de bajo impacto, la cual apenas muestra ventajas en este ámbito. Es por ello necesario hacer ver a las familias que la especialización temprana del alumnado en algún deporte de bajo impacto puede conllevar a problemas de salud futuros a nivel esquelético si no se realizan actividades de compensación.
OPINIÓN PERSONAL
Sabemos que el deporte de alto impacto implica algunos riesgos, pero también conocemos los beneficios que a nivel de desarrollo óseo aporta en etapas de crecimiento. Desde la Educación Física hemos de ser conscientes ello, y hemos de ser capaces de crear situaciones de juego donde se realice alto impacto controlado y medido, reduciendo riesgos y favoreciendo el desarrollo músculo-esquelético del alumnado.